17 de septiembre de 2015
El diputado de IU defiende las enmiendas de su grupo en los Presupuestos Generales a la sección de Defensa y advierte al ministro de que “ustedes no presupuestan los compromisos que asumen y eso, además de ser una temeridad, que en este caso está hipotecando al país y su seguridad, es un insulto al Parlamento y al pueblo español”
El diputado de Izquierda Unida y portavoz parlamentario de Defensa, Álvaro Sanz Remón, denunció directamente esta tarde al titular de este departamento, Pedro Morenés, durante el debate en el Congreso de los Presupuestos Generales del Estado para 2016 que el Gobierno del PP está “ocultando” deliberadamente lo que gasta realmente en comprar armamento y en las misiones militares en el exterior, hasta llegar en esta legislatura a una cifra de 8.700 millones de euros gastados fuera de presupuesto y cargados a la deuda pública.
Sanz Remón defendió la enmienda a la totalidad y las parciales dirigidas por su grupo parlamentario de IU, ICV-EUiA, CHA a la sección de Defensa. Reprochó a Morenés que “ustedes no presupuestan los compromisos que asumen y eso, además de ser una temeridad, que en este caso está hipotecando al país y su seguridad, es un insulto al Parlamento y al pueblo español”.
El parlamentario aragonés de IU argumentó con todo lujo de detalles que “han seguido incrementando extrapresupuestariamente lo consignado en los presupuestos: un 30% de más de lo presupuestado en 2012; un 24,5% en 2013; un 25,2% en 2014; y este año, según el avance que acompaña a estos presupuestos, un 27,4%. Hoy más de lo mismo”.
“¿Por qué -interrogó directamente a Morenés, un ministro con un perfil profesional muy vinculado a las empresas de armamento- no quiere usted presupuestar sus compromisos con las armamentísticas? Para nosotros no cabe otra explicación, señor ministro, que la de ocultar el gasto militar, no cabe otra explicación que la de no poner negro sobre blanco cuánto y para qué estamos invirtiendo en defensa en este país. Estamos ante un claro y manifiesto caso de fraude presupuestario un año tras otro en materia de defensa”.
A CONTINUACIÓN SE INCLUYE LA INTERVENCIÓN ÍNTEGRA DE ÁLVARO SANZ REMÓN EN EL PLENO
Señorías, señor ministro, un presupuesto debe necesariamente ser reflejo de la política que va a desarrollar el Gobierno para satisfacer las necesidades objetivas que esta comporta y, por tanto, su elaboración exige un claro ejercicio de concreción que llega hasta lo económico. Parece redundante decir esto, pero para nosotros y nosotras es importante recalcarlo porque, en el caso del presupuesto de Defensa que ustedes nos plantean, no se cumple ninguna de estas circunstancias.
Este presupuesto carece de todo rigor, porque ni reúne la primera de las condiciones, es decir, no es reflejo de su voluntad política, por cuanto no consigna económicamente los gastos que van a venir derivados de sus decisiones políticas, ni responde a ese ejercicio serio de concreción que en el caso de los Presupuestos Generales del Estado debería ser lo que ocupase este debate. Dicho en otras palabras, el Partido Popular nos está comprometiendo a una política que no está presupuestando, y eso es lo que usted ha venido aquí a justificar desde la tribuna. Ustedes no presupuestan los compromisos que asumen y eso, además de ser una temeridad, que en este caso está hipotecando al país y su seguridad, es un insulto al Parlamento y al pueblo español, al que ustedes un año sí y otro también están engañando de forma clarísima.
Le recordaré la inutilidad de sus presupuestos en materia de Defensa a lo largo de toda la legislatura. Desde 2012 a 2015, con la liquidación presupuestaria en la mano -porque una cosa es lo que ustedes ponen en los tomos rojos y otra cosa es lo que luego ejecutan- el incremento del gasto solo del Ministerio de Defensa sobre lo presupuestado es de más de 8.700 millones de euros extrapresupuestarios, fundamentalmente a cargo de deuda pública.
El objetivo de estos créditos -ya se ha dicho aquí- son dos cuestiones fundamentales: el envío de tropas al exterior y, evidentemente, la compra de armamento. Además, todo esto se ha producido en el peor contexto económico y social de España, en una crisis brutal, en un momento de recortes salvajes, y sin embargo, por mucho que vengan a justificar recortes en materia de defensa, ustedes han seguido incrementando extrapresupuestariamente lo consignado en los presupuestos: un 30% de más de lo presupuestado en 2012; un 24,5% en 2013; un 25,2% en 2014; y este año, según el avance que acompaña a estos presupuestos, un 27,4%. Hoy más de lo mismo.
Nos dicen que no llegamos al 2% que aconseja la OTAN en materia de inversión y gasto militar, pero eso no es cierto. Si sumásemos lo que consigna el libro amarillo que nos vamos a gastar este año, 1.400 millones, según la comparecencia del secretario de Estado, con lo presupuestado, ya estamos por encima del 2% del presupuesto. Además, son armas que financiamos, como ya se ha dicho aquí, a través del Ministerio de Industria; por tanto, también hipotecando la defensa y comenzando un ciclo de rearme muy peligroso, habida cuenta de cómo está la tesitura a escala internacional.
En los últimos 20 años se han concedido más de 20.500 millones de euros en créditos a la industria, ¡20.500 millones de euros! y, según el secretario de Estado, hemos recuperado 141 hasta 2015 y parece ser que este año recuperaremos otros 117. Mal balance, menos de un 1% del total de esos créditos adelantados a la industria armamentística. Este año presupuestan más compromisos, con drones incluidos, y nosotros preguntamos para qué. ¿Para qué política de defensa? Porque es de eso de lo que nosotros queremos hablarle y poder discutir con usted, ya que parece que ha empezado su intervención tendiendo la mano a ese debate. Nos parece bien, pero podríamos haber empezado esta legislatura así.
¿Por qué no quiere usted presupuestar sus compromisos con las armamentísticas? Para nosotros no cabe otra explicación, señor ministro, que la de ocultar el gasto militar, no cabe otra explicación que la de no poner negro sobre blanco cuánto y para qué estamos invirtiendo en defensa en este país. Estamos ante un claro y manifiesto caso de fraude presupuestario un año tras otro en materia de defensa. No nos creemos sus presupuestos, y lo más peligroso es que se oculta lo que se invierte en gasto militar, pero de fondo lo que se oculta es, vuelvo a decirle, para qué política estamos invirtiendo en el caso de defensa. Por tanto, permítame que no nos creamos sus presupuestos; unos presupuestos que además trascienden el ámbito del ministerio y afectan prácticamente a todos los ministerios, por lo que el presupuesto de defensa se dispara.
La segunda gran cuestión que queremos situar sobre la mesa, y que tiene que ver con esa política de defensa, es por qué tampoco consignan debidamente, como elemento claro, esa partida de envío de tropas al exterior. La respuesta es sencilla. Son totalmente incapaces de saber cuánto nos vamos a gastar porque ustedes definitivamente no deciden sobre dónde debemos ir o no y sobre dónde tenemos que mandar o no a nuestro Ejército, a nuestras Fuerzas Armadas.
Lo ha dicho muchas veces desde esta tribuna el propio portavoz del Partido Popular. Es absolutamente imposible predecir los compromisos que vamos a tener en materia de envío de tropas al exterior, reconociendo de facto que España ha cedido absolutamente toda su soberanía -de la que usted ha comenzado hablando- a otra organización. Eso es lo lamentable porque es la OTAN la que lo determina, después de que la Unión Europea, Europa y Naciones Unidas cediesen a la preponderancia del papel militar toda su política exterior y de defensa. Ese es un problema muy importante en el momento actual, y allí, tanto el Partido Socialista como el Partido Popular a lo largo de los años, han participado de esta cesión de soberanía a la OTAN.
Vivimos momentos muy convulsos, no hace falta que lo digamos, en los que, de nuevo, el miedo a esas amenazas y a otros factores está sirviendo de coartada para incrementar la tensión militar en zonas muy sensibles y el mejoramiento de las posiciones de la alianza en territorios cada vez más cercanos. Morón y Rota son claro ejemplo de ello; ahora vamos a tener un ejercicio de maniobras de la OTAN -el mayor desde la guerra fría- el Trident Juncture, que no hace otra cosa que incrementar ese nivel de tensión peligrosamente.
Señor ministro, el Mediterráneo, el norte de África o la frontera con Rusia en Ucrania no necesitan de más tensión militar, no lo necesitan; necesitamos más cooperación, necesitamos más atención humanitaria, más diplomacia y, sobre todo, en el caso de los refugiados, el reconocimiento del derecho al asilo y al refugio. No se puede mercadear con un derecho fundamental, hay que garantizarlo. No estamos hablando del sorteo de gente que se juega la vida, no podemos asumir esa política que está demostrando Europa de forma absolutamente patética.
Sin embargo, España sigue asumiendo esa política, sigue participando en la perversa estrategia que implica, primero, apoyar procesos de desestabilización que después dan pie a espacios en guerra o a Estados fallidos, que sirven para justificar la presencia en zonas absolutamente vitales desde un punto de vista político, económico y geoestratégico, señor ministro. Quizá cabría recordar las palabras de Hillary Clinton sobre el papel de Estados Unidos en el nacimiento de Al Qaeda. Le recomiendo que las recuerde, quizá eso les permitiría entender de lo que les hablo. ¿No hemos aprendido ya bastante en Irak, en Afganistán, en Libia o en Siria?
En definitiva, creemos que hay que tener ese debate, que hay que modificar nuestra política de defensa, que compartimos, que tiene que existir. Entre tanto, situamos sobre la mesa una serie de enmiendas fundamentales para la mejora de la situación de nuestras Fuerzas Armadas porque, paralelamente a su modernización en cuestiones operativas, han sufrido una clarísima política de recortes, de derechos y libertades. Nuestro grupo ha presentado varias enmiendas en esta dirección para mejorar la Ley de la Carrera Militar, la Ley de Tropa y Marinería, la Ley de derechos y deberes de las Fuerzas Armadas y de las militares, y consideramos que son absolutamente imprescindibles para mejorar la situación.
Nos preocupan mucho las hipotecas que ustedes están dejando, pero nos tranquiliza que en breve dejarán de ocupar el Gobierno de este país. Esperemos que en ese momento podamos hacer un debate sereno, sosegado, para determinar cuál es nuestra política exterior y cuál debe ser nuestra política de defensa y no la política actual de servilismo y de compromisos peligrosos que no hacen otra cosa que incrementar la tensión y la inseguridad para nuestro país. Gracias.
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