09/09/2015
La portavoz de Izquierda Unida en el Parlamento Europeo, Marina Albiol, ha valorado el primer curso de Jean-Claude Juncker al frente de la Comisión Europea como el del “desprecio continuo a la democracia”. La eurodiputada ha lamentado su falta de “autocrítica” durante el debate sobre el estado de la Unión Europea por temas como la actual crisis humanitaria de los refugiados o la gestión de las negociaciones con Grecia, y ha recordado que “sólo por el escándalo LuxLeaks, algo que ha obviado por completo en su discurso, el señor Juncker no debería estar ahí”.
“Como acostumbra, Juncker ha recurrido al tono lastimero y ha evocado a la solidaridad histórica de Europa para proponer que los Estados miembro acojan a 160.000 refugiados en los próximos años. Más allá de que los acontecimientos le hayan superado y de que consideremos insuficiente esta propuesta, Juncker ha demostrado vivir en una contradicción absoluta”, ha dicho Albiol.
La eurodiputada se ha referido a dos motivos concretos: “Por un lado asegura que la UE debe desarrollar una política común de asilo, que los Estados deben cumplir, pero no ha puesto encima de la mesa ninguna medida de presión real para que lo hagan. Por otro, habla de acogida y, al mismo tiempo, de invertir más dinero público en Frontex para proteger nuestras fronteras. En el Estado español tenemos la valla de Melilla, donde las devoluciones en caliente hacen imposible que se aplique esa política de asilo de la que habla”.
Albiol también ha afeado a Juncker el hecho de haber pasado por encima de las guerras que algunos Estados de la UE han promovido o apoyado en Libia, Siria, Irak y Afganistán, ya que son “una de las causas directas de que hoy tengamos el drama humanitario en Europa”, y que no haya citado propuestas como “la expedición de visados humanitarios en los países de origen o la aplicación de la Directiva de Protección Temporal”. “Nos habla –ha continuado- de el establecimiento de países seguros, pero nosotros sostenemos que ni Albania, ni Turquía son Estados que vayan a garantizar la seguridad de los refugiados”.
El comportamiento de la Comisión Europea con el Gobierno de Syriza a la hora de negociar el tercer memorándum ha sido otro de los aspectos que ha tocado Juncker en su discurso. Albiol ha estimado que es “cuando menos, cínica” la postura del presidente de la Comisión Europea, que ha llegado a asegurar que en ningún momento dijo que fuera posible la salida de Atenas del euro y que ha pedido respeto para los trabajadores griegos y el Gobierno que salga de las urnas el próximo día 20.
“Juncker llega muy tarde a eso de pedir respeto después de haber humillado al Gobierno y al pueblo griego desacreditando el referéndum. La clase trabajadora es la que va a sufrir la imposición de las políticas que la Comisión promueve”, ha advertido, antes de recordar que Juncker, en julio, fue el primero en asegurar que la Comisión tenía “todo preparado ante un posible grexit”. “Lo que sí ha quedado claro es que en su primer curso ha hecho un continuo desprecio de la democracia”, ha apostillado.
La portavoz de IU también se ha referido al Tratado Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP) que negocian la Comisión Europea y EEUU, un tratado que, según Juncker, servirá para que la “UE sea más moderna y se centre en mejorar la vida de sus ciudadanos” y “romper barreras para las empresas y los trabajadores”.
“Resulta paradójico que un tratado que abrirá las puertas a las grandes transnacionales, que las permitirá denunciar a los Estados, que modificará nuestras normas sanitarias, que amenaza a los servicios públicos, que pone en riesgo el mercado laboral y los derechos de los trabajadores y, sobre todo, que se negocia en secreto, pueda ser signo de modernidad”, ha afirmado Albiol.
Pero esto, ha continuado, “es tan paradójico como que el señor Juncker hable de fiscalidad y de nuevas medidas para que las multinacionales paguen impuestos en los Estados en los que facturan. Juncker hace promesas que no puede cumplir. El señor de los privilegios a las grandes corporaciones en Luxemburgo no tiene ninguna credibilidad. Sólo por los LuxLeaks el señor Juncker no debería estar ahí”.
“Hemos echado en falta críticas al fracaso anunciado que supone el seudoplan de inversiones que lleva su nombre, a las políticas económicas antidemocráticas que tanto daño están causando en la gente y que están engordando los bolsillos de bancos y empresas, no hemos escuchado nada sobre la lucha contra la violencia de género o la protección del medioambiente”, ha sostenido Albiol, para quien “en lo único que coincidimos con Juncker es en que ha dicho que este no es un buen momento para la UE. De eso no nos cabe la menor duda”.
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