Cayo Lara reclama una solución para la crisis de los refugiados y señala que la "raquítica" respuesta del Gobierno del PP ha sido "superada ampliamente por la solidaridad de la sociedad"

8 de septiembre de 2015

El coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, reclamó hoy en Cangas de Onís una solución para la crisis de los refugiados, al tiempo que criticó con dureza el “cinismo” de los gobiernos de los distintos países europeos, incluido el de Mariano Rajoy, ante una situación que “no es nueva y cuyo origen está en los juegos geoestratégicos” por el control de Oriente Medio. Lara lamentó el ofrecimiento de acogida “raquítico” realizado en un principio por el Ejecutivo del PP que, en poco tiempo, se ha visto cómo era “superado ampliamente por la solidaridad de la sociedad civil”.

Para el máximo responsable de IU, la sociedad española ha dado “una lección” en esta cuestión al Gobierno y en ello ha tenido mucho que ver el recuerdo y la experiencia en sentido contrario de otras épocas. “Nosotros somos los herederos de los exiliados en nuestro país y sabemos lo que es salir zumbando porque te iba la vida en ello”, dijo de manera gráfica.

Cayo Lara, que a lo largo de la mañana ha participado en los distintos actos organizados por la federación asturiana de IU con motivo de la celebración del Día de Asturias, destacó que “ha tenido que ser la foto de un niño que hemos visto ahogado en una playa la que haya sacudido millones de conciencias en esta Europa; pero eso ya lo sabíamos antes, lo sabíamos desde hace tiempo, lo sabíamos desde Afganistán, lo sabíamos desde Irak, lo sabíamos desde Libia y ahora desde Siria”.

Valoró que Europa debe implicarse absolutamente en la atención de los cientos de miles de personas que llegan a sus fronteras tanto por una cuestión de “fraternidad, como por las obligaciones que marca el derecho de asilo y refugio”.

Insistió en que la base de los conflictos generados y que se prolongan en algún caso desde hace más de una década ha estado, precisamente, en el control del petróleo y del gas natural en los distintos Estados de la zona, a la que se ha unido el “cinismo y la hipocresía” de muchos gobernantes de esta Unión Europea, a quiénes les ha importado muy poco cómo afectaba esto a la seguridad y el bienestar de la población civil.