16 de septiembre de 2015
El diputado de Izquierda Unida por Valencia lamenta que las discusiones sobre el autogobierno valenciano en el Congreso a lo largo de su historia se tengan que mover “entre la tragedia y el esperpento”
El diputado por Valencia de Izquierda Unida en el Congreso, Ricardo Sixto, ha defendido estar tarde en el Pleno del Congreso la propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía valenciano, remitida por Les Corts, para que se garanticen unas inversiones del Estado acordes a su población. De forma muy crítica, Sixto denunció que “a la quinta va la vencida” para denunciar los “cuatro vergonzantes” bloqueos anteriores para impedir que este debate pudiera producirse, al tiempo que lamentó que las discusiones sobre el “autogobierno valenciano” en la Cámara Baja a lo largo de su historia se tengan que mover “entre la tragedia y el esperpento”.
El parlamentario valenciano de IU realizó una detalla intervención, en la que incluyó referencias históricas, durante el debate para modificar la disposición adicional primera del texto estatutario, una reforma aprobada por Les Corts Valencianes en 2011 con el objetivo de sus habitantes sean “iguales” al resto de los españoles.
Ricardo Sixto optó por dar una visión realista de la delicada situación económica que arrastra este territorio, frente al ‘triunfalismo’ que sacó a relucir el PP y el deseo de otros grupos de convertir este debate en una partidista demostración de su supuesta fuerza política.
“Finalmente se va a admitir a trámite a la quinta -advirtió- y, sin embargo, con esta cláusula, que es paralela a la que tienen otros estatutos de autonomía (el catalán, con respecto al PIB; el andaluz, con respecto a la población), no se solucionan los problemas de financiación del País Valenciano, de la Generalitat Valenciana, de la Comunidad Valenciana”.
Sixto detalló que “son problemas de otro tipo; son problemas de una financiación deficitaria que hemos tenido durante muchos años. Una financiación que ha ocasionado un endeudamiento brutal, y no es el momento de desgranar por qué ha venido ese endeudamiento, ni quién lo ha ocasionado, ni cuántas facturas se ocultaron, en qué cajones, por parte de quién, ni cuántos millones se malgastaron en eventos que no produjeron al final ningún beneficio para los valencianos y las valencianas”.
Sin perder el tono constructivo, el diputado de IU no eludió criticar la gestión anterior realizada durante lustros por los sucesivos gobiernos valencianos del PP que produjo “beneficios a otra gente que ahora está encausada por determinados casos, y que han causado la vergüenza del pueblo valenciano”.
No obstante, se centró en denunciar la “deuda enorme” que arrastra esta Comunidad que, en buena parte, “se ha convertido en deuda histórica del pueblo valenciano y que habrá que solucionar, si no por este Gobierno (en alusión en este caso al de Mariano Rajoy), porque este Gobierno no tiene voluntad ninguna de solucionar los problemas de financiación, no ya del País Valenciano, sino del resto de autonomías”, por el Ejecutivo que le suceda tras las próximas elecciones generales.
Incidió en que ese nuevo Gobierno “tendrá que resolver ese problema denominado deuda histórica, que habrá que condonar de alguna forma, porque el año que viene la Generalitat valenciana es ingobernable con el nivel de deuda y con las obligaciones de devolución de deuda que tiene”.
Sixto hizo un llamamiento a todas las fuerzas políticas para “corregir con urgencia el déficit financiero de la Comunidad Valenciana” y para “buscar un nuevo sistema de financiación es necesario negociarlo, pactarlo y acordarlo”.
Advirtió de que el Gobierno del PP se ha negado durante esta legislatura a abordar este grave problema, mientras que con esta reforma “llegamos a una situación en la que habría una obligación por parte de estas Cortes Generales, que son las que aprueban los Presupuestos Generales del Estado, de poner unas inversiones para el País valenciano acordes a su población. Sin embargo, el Tribunal Constitucional dice que las Cortes no se obligan a sí mismas aunque lo acuerde una ley”.
Ricardo Sixto recurrió a la historia para razonar su definición sobre que el “autogobierno valenciano” se ha tenido que debatir en la Cámara baja “entre la tragedia y el esperpento”. Así, recordó que la primera vez que entra en trámite parlamentario un proyecto de Estatuto para el País Valencià “fue durante la Guerra Civil, cuando este Parlamento se reunía en la lonja de Valencia y en el Ayuntamiento de Valencia. Aquel primer Estatuto ni siquiera llegó a debatirse; fue por aquello por lo que no fuimos comunidad histórica, cuando el advenimiento de la democracia, cuando la Constitución del 78, cuando otras comunidades sí que pudieron llegar y decir ‘Ja sóc aquí!’ y pudieron recuperar el autogobierno que tuvieron durante la República”.
De forma muy gráfica, recordando el golpe de Estado del 23F, recordó también que “cuando después de la aprobación de la Constitución vino aquí un Estatuto de Autonomía del País Valencià, fruto de un acuerdo en el cual se negociaron muchas cosas, tuvimos la desgracia de que en mitad de ese trámite de una comunidad autónoma que pretendíamos ser de primera categoría, se produjeron los tiros esos del techo. Y esos tiros del techo no fueron solamente contra la democracia española, sino que fueron también contra la tramitación del Estatuto de Autonomía valenciano, que fue cercenado, y a partir de ahí el resto de estatutos de autonomía que se debatieron. La tragedia nos ha seguido acompañando también”.
Sixto acabó esta argumentación histórica, pero con un importante calado político, señalando que “después, cuando la Generalitat de Catalunya o Andalucía intentaron hacer sus nuevas reformas de estatuto, el Partido Popular y también el Partido Socialista vieron que era el momento de que la reforma del Estatuto valenciano marcase un tope a partir del cual no superase nadie más lo que ahí se marcaba”.
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